Rotten Tomatoes: 100% Metascore:73 IMDb: 8.7
Un fuerte movimiento por la tolerancia a diferentes manifestaciones de la sexualidad humana ha cobrado auge desde finales del milenio pasado. Las públicas salidas del clóset de celebridades como Elton John y Ellen Degeneres fueron parteaguas para que los medios masivos iniciaran una discusión social sobre qué es la homosexualidad así como su falta de visibilidad y representación en ese entonces.
Otro de los detonantes en esta conversación fue el reality de Bravo Queer Eye for the Straight Guy (después simplemente se tituló Queer Eye) estrenado en el 2003. En él, un grupo de hombres gays utilizan el estereotipo de que los queer son expertos en áreas que un hombre tiende a descuidar como la moda, el cuidado personal, el diseño interior, la alimentación y la comunicación a su favor para poder ayudar a otros hombres a mejorar esos aspectos de sus vidas. Los Fab5, apodo de este grupo, demostraron que, con excepción de su preferencia sexual, no había nada que los diferenciara de cualquiera y que siempre se pueden encontrar afinidades sin importar nuestros orígenes diversos. Tras cinco temporadas, el programa fue cancelado en 2007.
Diez años después, Netflix decidió retomar el concepto. Y cómo dice uno de los nuevos integrantes del Fab5, “el programa original era una lucha por la tolerancia; nuestra lucha es por la aceptación.” Bajo esta premisa, en tan sólo ocho episodios, Queer Eye logra retomar esa incómoda conversación sobre sexualidad que parecía olvidada ante los aparentes logros en derechos civiles y representación mediática.

El formato de Queer Eye es repetitivo. El Fab5, en esta ocasión encarnado por Bobby Berk (experto en diseño), Antoni Porowski (experto en comida), Jonathan Van Ness (experto en cuidado personal), Tan France (experto en moda) y Karamo Brown (experto en cultura), introducen al hombre que visitarán en esta ocasión, mostrando las razones por las que fue nominado y necesita de la ayuda del grupo. Después de esto, lo sorprenden e inicia un pequeño montaje en el que el Fab5 se divierte de lo lindo destrozando con sus comentarios el guardarropas y el hogar del sujeto. Pero ninguno de estos comentarios mordaces tiene la intención de ofender puesto que de inmediato se ponen a trabajar en mejorar todos los aspectos de la vida del hombre en cuestión, desde los obvios cambios en el guardarropa y la remodelación de sus casas hasta asuntos más íntimos. Todo esto en el espacio de tres días puesto que tienen que preparar al hombre para un evento más grande en el que su nuevo “yo” debutará ante amigos y familiares.
No obstante, esta estructura no aburre puesto que cada episodio está diseñado para explorar asuntos mucho más profundos de lo que se esperaría de un programa tan ligero como este. Además del obvio tema de la convivencia entre personas con historias de vidas distintas y demostrar que esa ayuda que tanto necesitas puede provenir de quién menos lo esperas, Queer Eye también lidia con enfermedades crónicas, depresión, la definición de masculinidad, la religión, el miedo al fracaso, y la brutalidad policíaca, por mencionar sólo algunas de los tópicos surgidos gracias a las particularidades de cada uno de los ocho hombres que reciben a los Fab5 con sus brazos abiertos.
Y sí, literalmente lo hacen con los brazos abiertos pese a su inicial renuencia al contacto físico. Para la mayoría de los hombres ayudados por el Fab5 esta es la primera experiencia en la que tratan con personas abiertamente homosexuales. Es decir, eran tolerantes respecto a la existencia de la comunidad gay pero aún se negaban a convivir con ellos. Esto ocasiona diversas confesiones de los hombres, que van desde una conmovedora admisión de culpa por creer en preceptos religiosos hasta el deseo de retener a los Fab5 en su casa para siempre, pasando por dos que tres suposiciones ignorantes. Y el Fab5 está más que dispuesto a responder sus preguntas, aclarar los mitos y dar el mismo cariño recibido a los participantes.

Otro de los mayores logros de Queer Eye es el hecho de que los consejos del Fab5 son prácticos. Algunos considerarán que las recetas de Antoni son bastante sencillas, pero son fáciles de recordar para personas que no tienen pericia en la cocina. Los tips de Tan, Karamo, Jonathan y Bobby también son útiles para la vida diaria al ser datos que muchos pasan por alto, como que los shampoos con sulfato dañan el cabello.
El verdadero corazón de Queer Eye, sin embargo, radica en las cálidas personalidades de los Fab5. Cada uno de ellos motiva al hombre en turno, y por consecuente a la audiencia, a ser mejor cada día y a darse cuenta de la red de apoyo con la que cuentan.
No obstante, algunos espectadores tardarán en acostumbrarse a algunos de los miembros del Fab5, ya sean porque los encuentren bastantes ruidosos y exagerados… O en caso contrario, demasiado serios y reservados. Pero es este balance de personalidad lo que hace que el Fab5 conecte y funcione en su misión.
Otro problema de Queer Eye es que quizás las transformaciones puedan verse como algo superficial y una solución temporal. Sin embargo, vivimos en la época de las redes sociales y es fácil saber qué hacen ahora los hombres intervenidos por el Fab5 desde el verano que grabaron sus episodios en Georgia. Spoiler Alert, Buzzfeed sintió la curiosidad por investigar por lo que confirma que los ocho han continuado por el camino mostrado por el Fab5 y mantienen contacto con sus mentores.
Los ocho episodios del remake de Queer Eye ya están disponibles en Netflix.
Esta es una colaboración de Ximena Morales para la sección de Cine y Televisión