Esta es una colaboración de Ximena P. Morales para la sección de Cine y televisión
He estado pensando por varios minutos cómo debería abrir esta reseña porque sé perfectamente que la siguiente oración puede resultar un tema de discusión dependiendo de los conocimientos de cada persona en feminismo, moda, cánones de belleza y justicia social. Sin embargo, me atrevo a afirmar que esta década se ha caracterizado por ser una lucha contra aquello que se tenía establecido como norma en aquellos temas.
Si bien los medios masivos continúan imponiendo un estándar de belleza común, tanto para hombres como para mujeres, también es cierto que en los últimos años se han generado una cantidad importante de movimientos en favor de la aceptación de la diversidad de cuerpos y el amor propio pese a no encajar en lo que la sociedad considera como “bello.” Poco a poco, la publicidad y la moda han accedido a mostrar sus productos en cuerpos regordetes, con cicatrices, tatuados, modificados, carentes de alguna extremidad, enfermos, andróginos, con orientaciones y razas diferentes. Sin embargo, son raras las ocasiones en que campañas protagonizadas por aquellos que desafían las normas tienen un impacto masivo como la grandiosa presentación de Fenty, la línea de maquillaje de Rihanna.
Sin embargo, un alto porcentaje de estos modelos han encontrado en Instagram una plataforma no sólo para mostrar sus cuerpos, sino para conseguir esa presencia que los medios tradicionales les han negado por años. Uno de los principales rostros de esta batalla es Tess Holliday, una modelo de talla 22 norteamericana que harta de los comentarios despectivos respecto a cuerpos femeninos como el suyo que son considerados como “feos” por no estar dentro del molde de perfección impuesto, decidió iniciar #effyourbeautystandards como un espacio seguro para que mujeres sin importar su peso o su tono de piel pudieran mostrarse tal y como son, denunciando a su vez aquellos estereotipos de belleza contra los que se rebelaban.
Y es precisamente esa frase, eff your beauty standards, la que no abandonó mi mente mientras veía los dos episodios del documental Beyond Beauty, producido por Vice y narrado por la tatuadora Grace Neutral, la mayor revelación de la hora que duran los dos capítulos juntos.
La premisa de Beyond Beauty resulta bastante sencilla: la presentadora viaja a Corea del Sur y a Brasil para intentar comprender por qué son tan importantes los cánones impuestos por esas sociedades a la par que también interactúa con personajes que los desafían. Esta búsqueda resulta mucho más atractiva cuando te das cuenta de que la misma Grace no encaja en el estereotipo de belleza inglesa que podría representar: pese a ser delgada y tener facciones finas, su cuerpo está lleno de tatuajes, su lengua y dientes fueron modificados, tiene una cicatriz en forma de lágrima en su frente y sus ojos están tatuados. Es comprensible su deseo natural por conocer más sobre los efectos de la cultura de belleza en otras sociedades cuando ella también es una outsider en su misma sociedad. Conduce su entrevistas con elocuencia, es respetuosa y empática.
Con voz suave, Grace narra cada episodio que resultan ser una mezcla de entrevistas, investigación sobre el país y shock cultural. Dinámica, cada suceso es hilado con facilidad y permite al espectador conocer de la mano la influencia del k-pop entre los jóvenes coreanos, la aceptación de la cirugía plástica para corregir imperfecciones casi imperceptibles, el estigma del tatuaje en Corea y la lucha de las afrobrasileñas para tener una mayor representación mediática. En este último, resulta desgarrador el testimonio de Nayara Justino, una joven que fue coronada como Reina del Carnaval de Río de Janeiro para día después ser despojada de su título ante la reacción negativa de los brasileños que la consideraban demasiado negra para la festividad… Pese a que la mayoría de la población del país sudamericana es de ascendencia africana.
Los temas tratados en el documental son bastante interesantes, por lo que resulta un poco insatisfactorio en el sentido de que por momentos la edición hace que una temática compleja se trate de manera superficial o con resoluciones bastante sencillas, especialmente cuando Grace intenta empaparse del estereotipo de belleza reinante en el país que visita. No obstante, el ritmo y la narración logran que sea imposible apartar la vista de la belleza.
Tristemente, ambos episodios de Beyond Beauty fueron producidos en 2016 por lo que es casi seguro que no haya un tercer episodio. Sin embargo, Neutral continúa mostrando su talento en Instagram y condujo una serie sobre la escena del tatuaje mundial para Viceland, Needles and Pins, el año pasado.
Eff your beauty standards, indeed.
Los dos episodios de Beyond Beauty, ya sean completos o editados por un tema en particular, pueden verse en el canal de I-D en YouTube
Recomendación de la semana: you should see me in a crown x Billie Eilish
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