Foto en portada por John Paul Henry
Nelson Mandela murió el 5 de diciembre de 2013, a los 95 años, a causa de una enfermedad pulmonar que llevaba años combatiendo. Miles de personas alrededor del mundo lamentaron la muerte del expresidente y activista sudafricano, mientras que algunas otras estaban confundidas. Ellos aseguran recordar claramente que Mandela murió cuando estuvo encarcelado en los años 80’s. Todo comenzó cuando la investigadora de fenómenos paranormales, Fiona Broome, publicó en su blog que ella y un gran número de personas tienen recuerdos de la noticia siendo anunciada en televisión, junto con clips del funeral, el luto en Sudáfrica, disturbios en algunas ciudades y hasta un discurso conmovedor emitido por su viuda.
Fiona bautizó el fenómeno como “El Efecto Mandela”, refiriéndose a cuando muchas personas coinciden en recordar algo que contradice los registros documentales históricos, o como muchos le llamamos: la realidad.
Broome se lo atribuye a una interpretación de la teoría de los “multiversos” que tiene sus bases en la mecánica cuántica y sugiere que existen universos paralelos que coexisten con el nuestro.
“Cuando no se observan directamente, los electrones y otras partículas subatómicas se difractan como ondas, para comportarse como partículas cuando se les mide. Esencialmente, es como si estas partículas existieran en varios lugares a la vez hasta que son observadas de forma directa”.
Los que creen en esta teoría piensan que nuestra conciencia tiene la capacidad de viajar por las realidades alternativas, es decir, si has experimentado el efecto Mandela lo más probable es que no te encuentres en tu universo de origen, ya que ahí Mandela murió en prisión y nunca liberó a Sudáfrica del sistema de segregación racial.
“Un error en la matrix”
Otra teoría popular es la que sugiere que lo que conocemos como realidad es un muy avanzado software de simulación, como en Matrix (1999), y el Efecto Mandela representa un error en el sistema, destellos de una configuración previa o tal vez del mundo real. Algunos piensan que podríamos estar siendo estudiados por alienígenas que controlan las simulaciones. Otros creen que podría ser exactamente como en la película y algún tipo de inteligencia artificial se apoderó del planeta y está usando a los humanos como fuente de energía mientras vivimos en la realidad simulada.
Lo más probable es que, como yo, no te sientas identificado con el ejemplo de la muerte de Nelson Mandela. La mayoría sabemos con certeza que Mandela fue liberado y ejerció como presidente de Sudáfrica de 1994 a 1999. Pero desde que se volvió viral en el 2013 existen muchos más casos del efecto circulando en la red.
Muchos recordamos la famosa frase de la villana de la película de Blanca Nieves y los siete enanos (1937), “Espejito, espejito, dime una cosa… ¿Quién es en este reino la más hermosa?” o la versión original en inglés, “Mirror, mirror, on the wall, who’s the fairest of them all?” Incluso salió una película en el 2012 cuyo título hace alusión a la famosa frase. Espejito Espejito (2012) es una adaptación del popular cuento de los hermanos Grimm protagonizada por Lily Collins y Julia Roberts. Resulta que dicha frase es incorrecta, la verdadera siempre ha sido “Espejo mágico, dime una cosa. ¿Quién es en este reino la más hermosa?” o en inglés “Magic mirror on the wall, who’s the fairest of them all?” A pesar de esto, un gran número de personas compartimos el mismo recuerdo falso.
Otro ejemplo con el que tal vez también te identifiques es el del final de la canción más popular de Queen, We Are The Champios. La mayoría creemos que después de ese último ‘Cause we are the champions… la canción finaliza con la frase: …of the world, cuando en realidad nunca fue parte de la letra de la canción original.
En un segmento del programa The Late Late Show con James Corden llamado Carpool Karaoke sucedió algo curioso. Los invitados Gween Stefani, George Clooney y Julia Roberts, al igual que el anfitrión, se quedan en espera para cantar el último fragmento de We Are The Champions, sólo para darse cuenta de que no está incluido en la grabación.
Existen más ejemplos que van desde los tirantes que nunca existieron en la ropa de Mickey Mouse, el color negro en la punta de la cola de Pikachu, el monóculo del hombrecito del Monopoly, el que Darth Vader nunca dice “Luke, yo soy tu padre” -sino “No, yo soy tu padre”, logos de marcas, entre otros.
¿Hay una verdadera explicación?
Uno de los principios básicos de la ciencia es que si quieres comprobar que una teoría es correcta primero debes de tratar de demostrar que es falsa, así puede ser corregida o reemplazada.
La principal teoría en la que se sustenta “El Efecto Mandela” es en la interpretación del Multiverso, la cual en realidad fue creada para explicar los resultados de experimentos de física, y nunca ha sido relacionada con fenómenos de memoria colectiva. Seguramente debe existir alguna explicación que no suene tan disparatada.
En primer lugar, nuestra memoria no es una fuente del todo confiable. El lugar en el cerebro donde se almacena la memoria es en las neuronas, se forman conexiones que crean una red y los recuerdos se transfieren desde ubicaciones temporales como el hipotálamo a un sitio donde se guardan permanentemente, el córtex prefrontal. Según estudios, el cerebro almacena los recuerdos parecidos juntos, creando una especie de mapa semántico. Cuando recordamos algo las neuronas del recuerdo se refuerzan y a su vez se crean nuevas conexiones. De esta manera la memoria se va construyendo cada vez que recordamos. Esto puede provocar que se hagan nuevas asociaciones que no son necesariamente fieles a la realidad.
Un estudio sobre memoria realizado por investigadores de la Universidad de Washington reveló que el 70% de los americanos identifica a Alexander Hamilton, padre fundador de Estados Unidos, como presidente. Encontraron que los personajes famosos que fueron confundidos como presidentes están ligados a la historia de Estados Unidos, es decir, al existir una relación están almacenados en lugares cercanos de la memoria y pueden ser confundidos. Concluyeron en que la falsa fama puede surgir de la familiaridad contextual.
A esto se le suma que somos seres sociales y fácilmente influenciables cuando un fenómeno es colectivo. No podemos asumir que todos nuestros recuerdos son una réplica exacta de lo que sucedió en realidad. La memoria es constructiva y por lo tanto poco confiable, pero también muy compleja y todavía nos falta mucho que aprender sobre ella.
Esta es una colaboración de Malu del Ángel para la sección #LoRaro
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